En muchos países y regiones, se concibe la
protección ambiental, como un proceso para
la conservación solamente de los recursos
naturales, y no se ha logrado incorporar la
conservación de los componentes históricos,
culturales y sociales, pero la atención y protección del hombre –
principal integrante del medio ambiente -, y su calidad de
vida, no se incluye, en ocasiones, en la protección
ambiental.
Se debe reconocer que estamos en presencia de una
crisis
ambiental que necesita ser abordada desde la reflexión
científica y también desde la revisión de
los valores y
modelos que
inspiran nuestra gestión
de los bienes
comunes.
La reformulación de nuestros patrones de comportamiento
con la naturaleza es
urgente. La equidad es, al tiempo, un
imperativo ético y estratégico. Vivimos en una
sociedad
global en la que "un 20% de la humanidad, los 1300 millones de
personas que pertenecen a los sectores ricos de la Tierra,
consume el 80% de los recursos globales
(alimentos,
energía …), dejando para el 80% restante, 4700 millones
de personas, tan solo un 20% de los bienes
comunes"1
El problema es de enorme magnitud y desafía a
todos, científicos, educadores, políticos y
ciudadanos. En el actual escenario de un mercado
globalizador, a la acumulación de capital y de
riqueza en los países más ricos del planeta le
corresponde una profunda huella ecológica y social que
genera destrucción ambiental y pobreza en las
áreas y sectores restantes, los más
desfavorecidos.
En este sentido, se expresa una doble forma de dominio, por un
lado, el que se ejerce sobre el medio ambiente, que está
conduciendo a la destrucción de valiosos ecosistemas, y
por otro lado, el dominio que
Occidente y sectores privilegiados, ejercen sobre el resto del
planeta.
El desafío es, en consecuencia, encontrar nuevos
modelos de
relación sociedad – medio ambiente, en el marco de
relaciones sociales más equitativas.
Al respecto, el Dr. Fidel Castro Ruz, Presidente de los
Consejos de Estados y de Ministros de Cuba, en sus
análisis sobre Ciencia,
Tecnología
y Sociedad, expresó que: "… pero pocas inquietudes
tendrán con relación al medio ambiente los que
mueren de hambre, porque no tienen un pedazo de pan que llevarse
a la boca (…) Si los países industrializados tienen hoy
el problema de la contaminación del aire y del agua, nuestros
países no tienen problema de contaminación alguna: sencillamente no
tienen agua (…), cuando la van a buscar, tienen otro tipo de
contaminación. No es contaminación
de la industria, es
la
contaminación de la pobreza, donde
todo va a parar al manto freático o al río, con sus
parásitos y bacterias
…"2
Esta es una realidad objetiva existente que no se puede
ocultar, y a la vez que se manifiesta la situación
anterior, se reconoce que el desarrollo
vertiginoso de la necesaria Revolución
Científico Técnica, ha incidido desfavorablemente
por no ser armónico, en general, con la
preservación del medio ambiente natural.
Se reconoce que la Ciencia y
la Técnica utilizadas para el desarrollo y progreso social
en cualquier formación económico social, ocasiona
problemas
ambientales, pero solo con la existencia de una propiedad
social sobre los medios
fundamentales de producción, la eliminación de la
plusvalía, la planificación de la economía a corto,
medio y largos plazos, así como incorporación de la
dimensión y variable de la protección ambiental en
todas las actividades políticas,
económicas y sociales, constituyen las bases para el logro
del desarrollo
sostenible y de la protección del medio ambiente
mundial.
La importancia de la educación
ambiental para dar solución a los problemas
ambientales que afectan al mundo contemporáneo, fue
atendida por las Naciones Unidas,
creando diferentes organismos especializados como PNUMA (Programa de
Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y se han realizado
reuniones internacionales para tornar más efectiva la
educación
ambiental.
En este contexto, la Carta de
Belgrado (1975) expresó que "la reforma de los procesos y
sistemas
educacionales es de capital
importancia para instaurar esa nueva ética del
desarrollo y el nuevo orden económico mundial. Los
gobiernos pueden ordenar que se realicen cambios y nuevos
enfoques del desarrollo. Esto requerirá que se establezcan
nuevas y fructíferas relaciones entre los estudiantes y el
personal
docente, entre las escuelas y las comunidades y entre el sistema
de educación y el conjunto de la sociedad".3
Lo antes expresado demanda que la
educación ambiental debe considerarse como una base
privilegiada para la elaboración de una nueva manera de
vivir en armonía con el medio ambiente, que es un nuevo
estilo de vida. En este sentido, la introducción de la educación
ambiental en los programas y
planes de estudio, "requiere un cambio en el
mecanismo de acceso a la docencia, en particular en aquellos
niveles en que la enseñanza media y universitaria, los
actuales mecanismos no recogen la evaluación
de la metodología y la didáctica, sino exclusivamente
contenidos".4
En correspondencia con lo anterior se valora que la
educación ambiental constituye y garantiza el posible y
real equilibrio que
debe manifestarse entre la sociedad y el medio ambiente, cuyo
resultado en las personas sea la adquisición y
manifestación de una cultura que
haga obtener como logro: la protección y el reconocimiento
del cuidado de los componentes abióticos, bióticos
y socioeconómicos que constituyen patrimonio
natural y cultural de los países.
Es importante reconocer que el proceso económico
y social de la humanidad, parte de la intensificación de
las relaciones que se establecen entre el hombre y el
medio ambiente en el proceso productivo, basadas en la
aplicación de Sistemas Tecnológicos y productivos
cada vez más perfeccionados. Sin embargo, estas
interferencias antropogénicas en el medio ambiente
natural, generan rupturas en los ciclos de energía y
materias específicas, en los sistemas naturales que
afectan la productividad
ecológica, con todas las subsecuentes implicaciones
económicas, sociales y ambientales, en el conjunto de los
países y de forma particular en los subdesarrollados,
donde se encuentra Mozambique, país con desafíos
ambientales emergido en el llamado Tercer Mundo.
En este sentido, continuación se nos propone
desarrollar una valoración reflexiva sobre Mozambique y
por ejemplo: ¿Cuál es el estado del
medio ambiente en Mozambique?; ¿qué
implicación tienen los problemas ambientales en la
condición social y económica de las poblaciones?;
¿qué procesos
constituyen los agentes causantes de los principales problemas
ambientales?; ¿cuál es el estado de
la educación ambiental y del desarrollo
sostenible?
Al respecto, Mozambique es un país con una enorme
extensión costera y está situado en una zona de
actividad ciclónica. Las lluvias intensas y sequías
se afectan a nuestro territorio, creando graves problemas a las
poblaciones y pérdidas económicas al país,
frenando el desarrollo que se aspira.
En el año 2000 ocurrieron inundaciones en el sur
del país, y en el 2001 el mismo fenómeno se
repitió en el valle del río Zambeze. Como
consecuencia, los problemas de erosión de
los suelos se
agudizaron. Nuevos retos se presentan ante el Ministerio para la
Coordinación de Acción Ambiental,
para seguir adelante la educación ambiental que debe
preceder las acciones preventivas y correctivas, con vistas a
evitar más erosión,
más destrucción de infraestructuras sociales y
económicas y más afectaciones a las
poblaciones.
Es importante referir que el cuadro diagnóstico que caracteriza el estado
actual del medio ambiente en Mozambique está condicionado
por la situación colonial a que el país estuvo
sometido durante cinco siglos. El colonialismo portugués,
sostuvo en Mozambique, un régimen que perpetuó el
analfabetismo
y la ignorancia, por lo que no existía en el país
una base institucional operacional dirigida al tratamiento de
cuestiones ambientales.
Con la proclamación de la Independencia
de Mozambique, en junio de 1975, se realizan importantes cambios
en la vida política, social,
económica y cultural del pueblo mozambicano. El nuevo
gobierno se
propone eliminar el panorama crítico heredado y vinculado
a las condiciones de pobreza sobretodo en las zonas rurales donde
era muy grave la falta de agua potable, servicios de
salud y de
educación, sólo para citar algunos
ejemplos.
El desarrollo
económico y social de Mozambique, a partir de 1975,
alcanzó su principal logro de luchar para erradicar la
pobreza y sus secuelas y crear condiciones para que toda la
población tenga acceso a los servicios de
salud y de educación. En este sentido, se desarrollan
esfuerzos y acciones para limitar y minimizar los problemas
ambientales, entre ellos: pérdida de biodiversidad;
contaminación de agua; erosión de los suelos; deterioro
del saneamiento en los asentamientos humanos y la
prevención de desastres, entre otros.
Es importante significar que esta aspiración
encuentra respaldo en la Constitución de la República de
Mozambique que en su artículo 37 plantea: "… el Estado
promueve iniciativas para garantizar el equilibrio
ecológico y la conservación del medio ambiente, con
vista a mejorar la calidad de vida
de los ciudadanos…"5.
Lo antes expresado es es consecuentemente aplicado en la
práctica por la creación del Ministerio para la
Coordinación de Acción Ambiental
(MICOA) y la aprobación de instrumentos legales para la
protección del medio ambiente, por ejemplo: la ley del Impacto Ambiental
y el Programa Nacional
de Gestión
Ambiental (PNGA). Además, existe una considerable
actividad en promoción y en inicio de su desarrollo en
el campo de la educación ambiental, y hay una inversión para dar más fortaleza
institucional, que se concreta con la creación de las
direcciones provinciales en todo el país, que van a
trabajar con las direcciones municipales, con autoridades
tradicionales y con las comunidades, sobre los problemas del
medio ambiente.
En Mozambique se reconoce que los recursos
humanos son la base del desarrollo
económico y social del país, y son ellos los
que promueven "… el desarrollo sostenible, para evitar la
degradación ambiental, garantizar el sustento y la calidad
de vida en las poblaciones y de las generaciones venideras"6. En
este sentido es imprescindible que la gestión
ambiental en las zonas rurales debe de tener en cuenta que la
vida doméstica ocurre fuera del hogar y un ambiente
seguro y
limpio es esencial para no poner la vida y la salud de las
personas en peligro.
La educación ambiental no es un simple proceso
educativo de incluir ajustes a los programas
tradicionales de enseñanza, sino convocar a nuevos métodos,
enfoques, estrategias y
contenidos, lo que impone mayor flexibilidad a las tradicionales
estructuras de
los sistemas educativos.
Por tanto, la educación ambiental es un
instrumento para la gestión
ambiental siendo un proceso educativo dialéctico y
sistemático que trasciende la categoría de
instrucción y enseñanza, y se orienta en la
formación de conciencia y el
desarrollo de motivaciones, sentimientos y responsabilidades que
determinan la manifestación de convicciones y conductas a
favor de la impostergable necesidad de proteger el medio
ambiente.
El Sistema Nacional de Educación en Mozambique
instituido en 1983, está en permanente perfeccionamiento
para corresponder a las exigencias sociales del país y
hacer más efectivo el proceso de enseñanza –
aprendizaje
para el fortalecimiento de la educación ambiental, a
través de vías curriculares y no curriculares,
teniendo al hombre como componente más importante del
medio ambiente y su beneficiario principal.
La Política Nacional del
Medio Ambiente vigente en Mozambique, constituye un instrumento a
través del cual el Gobierno ejecuta los programas
económicos y sociales ambientalmente aceptables, con el
objetivo de
promover e impulsar un crecimiento
económico que se fundamenta en la adopción
de tecnologías adecuadas a las condiciones reales del
país.
En este análisis se puede expresar ideas cruciales
y transcendentales que avalan la necesidad de proteger el medio
ambiente en todos los países, independientemente de su
sistema económico, social y político. En este
sentido y modo de consideraciones finales se puede concluir que
:
- Se ha demostrado la importancia que tienen los
países del mundo de enfrentar y resolver los problemas
del medio ambiente de cuya solución dependen
objetivamente la existencia de la especie humana. - Se observa aún la falta de la práctica
para la protección ambiental, a pesar de los esfuerzos
que se realizan. Lo importante y urgente es limitar las
declaraciones teóricas, aunque debemos apoyarnos en
ellas, y estimular las acciones prácticas necesarias
para proteger el medio ambiente, mediante la educación
ambiental. - Se reconoce el carácter
internacional de los problemas ambientales y su
afectación objetiva a los destinos e intereses de todos
los países, o gran parte de ellos. Tales problemas
establecen nexos de causa y efecto con otros problemas
globales, y por ende, requieren de una solución
coordinada y sistemática. - En Mozambique, país en desarrollo , se trabaja
con determinación para desarrollar la educación
ambiental, utilizando vías formales, no formales e
informales para que los ciudadanos adquieran una cultura
ambiental y comprendan el ¿por qué surgen
problemas ambientales?; ¿qué consecuencias traen
para la vida de las personas?; ¿cómo evitarlas y
solucionarlas? y ¿cómo cada uno con su conducta y
acción puede proteger su medio ambiente?. - Se trabaja también en la Mozambicana y se
obtienen resultados en la incorporación de la
dimensión y la variable de la protección del
medio ambiente a todas las actividades de la vida
política , económica y social, pues la
protección del medio ambiente es un desafió y
reto para Mozambique en el presente milenio y una acciones
impostergables de cada ciudadano, familia,
comunidad y
la sociedad de nuestro país.
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Por: Octávio Manuel de Jesus
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